El virus que provoca la Covid-19 se transmite a través del contacto con gotitas respiratorias procedentes de tos o estornudos de una persona enferma, concluye un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha evaluado la evidencia científica disponible hasta el momento.

El coronavirus SARS-CoV-2, reza el informe, no se transmite por el aire. Eso implica que no nos contagiamos por respirar en la calle o en un súper y que, por tanto, no es necesario ni eficaz llevar mascarillas como medida de protección personal.

En cambio, y según recoge la OMS, estar a menos de un metro de distancia de una persona con síntomas respiratorios, como tos o estornudos, sí supone un riesgo de contagio. A esa distancia, estamos expuestos a las gotitas respiratorias con capacidad infectiva, de entre 5 y 10 micrómetros –un cabello humano tiene más de 100 micrómetros de diámetro–. Esas partículas se quedan suspendidas en el aire cuando alguien estornuda o tose y después caen al suelo por su propia gravedad, por lo que una persona ubicada cerca durante ese breve periodo de tiempo se puede infectar.

También lo puede hacer si toca una superficie del entorno inmediato de la persona enferma sobre la que se hayan depositado alguna de esas partículas de mayor tamaño u objetos usados con personas con coronavirus. De ahí la importancia de lavarse las manos tras tocar una superficie en un espacio público.

Las gotas infectivas no llegan más allá de un metro, y por eso hay que respetar esa separación entre personas

En este sentido, la OMS reclama prudencia a la hora de interpretar los resultados de algunos estudios publicados recientemente, como el que apareció en The New England Journal of Medicine y del que este diario informó, que evaluaba la persistencia del coronavirus sobre superficies. Según este trabajo, el SARS-CoV-2 puede sobrevivir hasta tres días en superficies de plástico y acero inoxidable, y hasta 24 horas en cartón.

Suspendido en el aire, concluía este estudio, el patógeno es capaz de aguantar tres horas de media tras haber sido expulsado en forma pequeñas gotitas a través de la tos o estornudos.

La OMS recuerda que ese estudio se ha llevado a cabo en el laboratorio, usando aparatos nebulizadores que no reflejan las condiciones reales de la tos o el estornudo humanos.

Por lo que respecta a la transmisión por el aire, especifica el informe de la OMS, esta se refiere a partículas extremadamente pequeñas, de menos de 5 micrómetros de diámetro, que suelen resultar de la evaporación de gotas más grandes. Se denominan aerosoles y sí que pueden estar en el aire suspendidas durante periodos más largo de tiempo, en función del calor y la humedad, y transmitirse a distancias mayores de un metro. No obstante, señala la OMS, en el caso del SARS-CoV-2 sólo lo hacen en circunstancias muy específicas como las que se dan en el entorno hospitalario, donde el personal sanitario tiene que realizar procedimientos como intubar al paciente, desconectarlo de la ventilación, o hacerle una traqueotomía, que pueden generar esos aerosoles.

En otras circunstancias, es extremadamente poco probable que haya partículas virales flotando en el aire. Investigadores de Singapur tomaron muestras de aire en habitaciones de pacientes sintomáticos con Covid-19 y no hallaron ARN viral en el aire, tal como publicaron en la revitsta JAM. Es el mismo resultado obtenido al analizar 75.465 casos de la Covid-19 en China, donde tampoco se ha reportado ningún contagio por transmisión aérea del virus.

Por tanto y con el conocimiento hasta el momento disponible, la OMS continúa recomendando que sólo aquellas personas en contacto directo con enfermos de la Covid-19 tomen las precauciones necesarias para protegerse de las gotas respiratorias y de los aerosoles, como usar equipos de protección como mascarillas, gafas, guantes y batas.

Para el resto de la población, las recomendaciones de la OMS son: lavarse las manos, mantener una distancia física de al menos un metro o metro y medio, evitar el contacto cercano y sin protección con personas con síntomas respiratorios o fiebre, y limpiar y desinfectar con lejía u otros productos desinfectantes superficies potencialmente contagiadas.

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